El productor Timur Bekmambetov y la compañía Weinstein han contratado al director Gonzalo Lopez-Gallego para trabajar en Apollo 18, próximo thriller de ciencia-ficción. La película se aprovecha del concepto
de metraje encontrado, pero lo transporta al espacio: de hecho la
historia se basa en las secuencias de la misteriosa misión del Apollo 18
en la Luna. La película se estrenará el 4 de marzo de 2011.
PELICULA:
Después de que la NASA
diera por terminado de manera oficial el programa Apollo en 1974, se
habría realizado una última misión hacia la luna. La película relata,
basándose en filmaciones recuperadas de la tripulación, el alunizaje del
Apollo 18 y los motivos del encubrimiento de la misma. El capitán
Benjamin Anderson y el comandante Nathan Walker, junto con el teniente
coronel John Grey, son los elegidos para llevarla a cabo secretamente,
sin embargo, las causas que los llevan a fracasar y que son captadas en
la cinta que es recuperada jamás se dieron a conocer a la opinión
pública por parte del gobierno estadounidense, puesto que en ella se
evidenciaba por primera vez el contacto con seres extraterrestres , de
cuya existencia el Departamento de Defensa (DOD) de Estados Unidos, así
como el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
tienen conocimiento con anterioridad. La película revela entonces el
secreto mejor guardado de la agencia espacial estadounidense y con ello
explicar el hecho del por qué nunca jamás se volvió a mandar una nave
tripulada a la luna. También se muestra que los astronautas encontraron
los restos de una misión soviética a la Luna tuvo un destino similar al
que ellos tendrían.
CRITICAS:
Apollo 18 es uno de los peores estrenos del 2011,
realizado incompetentemente frente y detrás de las cámaras por
cineastas sin aparente dominio de sus respectivas artes. Es tan mala que
ni siquiera va perdiendo gradualmente nuestra atención, sino que nunca
la capta. A menos de cinco minutos de haber comenzado, el aburrimiento se asienta. Todo se pone peor después de eso.
El filme es el más reciente ejemplo del “found footage”, como las cintas de Paranormal Activity, pero es aun más tedioso que esos inexplicables éxitos taquilleros. Mientras películas como The Blair With Project y Cloverfield se han destacado dentro de este género, principalmente porque se esmeraron por contar una historia, Apollo 18 -al igual que Paranormal Activity- funciona como un juego de “Where’s Waldo?”:
pretenden que el espectador no parpadee mientras observa fijamente las
estáticas imágenes buscando el monstruito que aparece y desaparece en un
abrir y cerrar de ojos.
Sobre esto se construye todo su andamiaje y Apollo 18 repite la misma estúpida e inefectiva receta, sólo que en esta ocasión nos lleva a la Luna. El largometraje comienza explicándonos cómo la NASA oficialmente
se quedó en la misión 17, pero que hubo otra que mantuvieron en
secreto. El material que veremos se edita de sobre 84 horas de grabación
de las cámaras del Apollo 18 e, incluso a sabiendas que todo esto es
ficción, aún así se siente una gran pena por el pobre infeliz que haya
tenido que editar semejante basura.
Lloyd Owen y Warren
Christie interpretan a los dos astronautas protagónicos que llegan a la
Luna para llevar a cabo su misión. Al segundo día, comienzan a ser
atacados por criaturitas diminutas que parecen piedras lunares, pero no se preocupe por verlas muy bien porque el director Gonzalo López-Gallego no
quiere que las vea, sólo que sepa que andan por ahí y que hay que
tenerles miedo. El cineasta no aprovecha la claustrofobia inherente en
esta situación. Sólo aspira a asustar con lo invisible.
Tampoco
espere entender lo que los astronautas dicen, al menos que la copia
tenga subtítulos, porque los filtros que usan para que parezca una
antigua transmisión de audio hacen que éste sea mayormente incomprensible.
El porvenir de la tripulación jamás es
importante. El punto de la gran mayoría de las cintas tipo “found
footage” es que el material fílmico es el único testigo de lo que ocurrió, pero aquí no es posible disfrutarse ni compartir la angustia de
los personajes. Cuando uno de ellos comienza a gritarle a las cámaras
“STOP WATCHING US!!” no se sorprenda si usted acepta su pedido y se
marcha de la sala.
La fecha de estreno de Apollo 18 fue
pospuesta cinco veces durante este año, lo cual siempre es un indicador
del nivel de confianza que el estudio tiene sobre un proyecto. Debieron
posponerla una vez más. El 31 de febrero, del año que les diera la gana, habría sido ideal.
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